"Para Decir Adios" (Bogotá, 1983)

“Para Decir Adiós”

INTRODUCCION: Este relato de ficción es basado en la canción "Para Decir Adiós", compuesta por Roberto Figueroa, e interpretada por varios artistas, entre los que se destacan José Feliciano (a dúo con Ann Kelley). Ambientada en 1983, nos narra la historia de Mike, un hombre casado, que reflexiona sobre las mujeres de su vida.

(* Dedicado a la memoria de "Cheo" Feliciano, el escritor Gabriel García Márquez y la pequeña actriz Heather O´Rourke *)

Personajes:

* Romina (Foto: Debra Winger)

* Mike (Narrador) (Foto: Michael Nouri)

* Kate (Foto: Jennifer Beals ) 

* Carlos (Foto: )

* Yajaira (Foto: Bonnie Urseth)

* Julia Andrea (Foto: Heather O´Rourke)

* Linda (Foto: Diane Lane)

***Canción: “Para Decir Adiós” (Autor: Roberto Figueroa)

(Intérprete: José Feliciano y Ann Kelley)

Ven siéntate a mi lado 


Hablemos un momento 


Tengo algo que decirte que tú debes saber. 


Es cierto que te amaba 


No me arrepiento 


Pero el amor se escapa y ya no ha de volver.

No quiero que te afanes pensando que tal vez 


Tu logres que me quede a tu lado. 


Prefiero no mentirte ya nada puedo hacer 


Te juro que en verdad ya lo he pensado.

Para decir adiós vida mía 


Y que estaré por siempre agradecido.


Me acordare de ti algún día 


Para decir adiós solo tengo que decirlo.

Comprendo por mi parte

tu triste decisión
y aunque el corazón la tengo herido 


Si no puedo tenerte 


Entonces pues adiós.

 


No podremos fingir cuando el amor se ha ido 


No quiero que te afanes pensando que tal vez 


Yo implore que te quedes a mi lado 


Guardemos el recuerdo de la primera vez 


Del amor que ambos hemos dado.

Para decir adiós vida mía 


Cuando el amor al fin se ha ido 


Acuérdate de mi algún día 


Para decir adiós, solo tienes que decirlo.

Para decir adiós vida mía 


Y que estaré por siempre agradecido 


Me acordare de ti algún día 


Para decir adiós 


Solo tengo que decirlo.

***Otras canciones:

***Amiga, interpretado por Cheo Feliciano
***Tema de Maya, interpretado por Rachelle Cano
***Ahora, interpretado por Paloma San Basilio
***Si Tú no Estás, interpretado por Menudo
***Toda la noche oliendo a tí, interpretado por Jeanette
***Yo te amo, te amo, interpretado por Yuri
***Sweet Dreams (Are Made of This), interpretado por Eurythmics
***Maniac, interpretado por Michael Sembello
***Everybody Salsa, interpretado por Modern Romance
***Trizas, interpretado por Cheo Feliciano
***Vanidosa, interpretado por Grupo Clase
***El Africano, interpretado por Calixto y Amina
***Brujería, interpretado por El Gran Combo

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¿Te acuerdas, Romina? El otro día, escuché aquella canción titulada “Para Decir Adiós” que cantaba a dúo José Feliciano con una voz femenina. ¿Te acuerdas? Era tu favorita.

Era 1983. Todavía me acuerdo cuando caminábamos por el Centro Comercial "Unicentro", y nuestra pequeña Julia Andrea, de apenas 9 años de edad, nos jaló del brazo para entrar a la tienda de discos. 

“¡¡¡Papi!!! ¡¡¡Mami!!! ¡¡¡Quiero el disco de “La Abeja Maya”!!! ¡¡¡Quiero el disco de la Abeja Maya!!!” 

Sus ruegos era incesantes… ¡¡¡No podía soportarlo!!! Así, pues, como sacó buenas calificaciones en el colegio, entonces, de premio, la llevamos a la tienda "Discos "Bambuco" para comprar el bendito disco.

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Nos atendió una agradable jovencita llamada Yajaira, sonriente y amable, y nos ofreció su ayuda.

YAJAIRA: ¿En qué puedo ayudarlos?

JULIA: ¡¡¡Yo quiero el disco de “La Abejita Maya”!!!

YAJAIRA: Oh, pequeña, estás de suerte. Porque tengo una copia del disco. Ha sido muy solicitado.

Yajaira le entregó el disco con un Poster con la banda sonora de La Abeja Maya. De pronto, tú te detuviste a mirar un afiche anunciando el nuevo disco de José Feliciano, titulado “Escenas de Amor.”

YAJAIRA: Es su más reciente disco está muy bueno. Se los recomiendo.

ROMINA: ¿Puedo escucharlo?

Entonces, Yajaira te llevó hasta la sala de escucha, donde te colocaste los auriculares y ella puso el Lp. Ella fue colocando un pedacito de cada canción, con mucho pulso y precisión para evitar algún rayón. La muchacha era muy hábil. De pronto, te detuviste en la segunda canción del lado “B”… “Para Decir Adiós”…

“Ven siéntate a mi lado/ Hablemos un momento/ Tengo algo que decirte que tú debes saber...”

Y en ese momento, dijiste: “Es suficiente… ¡¡¡Quiero comprar ese disco!!!”

La vendedora te felicitó.

YAJAIRA: Has hecho una buena compra.

ROMINA: Muchas gracias.

Entonces, fueron a la caja para pagar por el “Lp”, el acetato, cuando de pronto, Yajaira se retiró para atender a unos clientes que ingresaban a la tienda.

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De pronto, una bella jovencita llamada “Linda” (supe su nombre por la inscripción en su pendiente). ingresó a la tienda y se detuvo a mirar el disco que compraste. Y de verdad, la muchacha le hacía honor a su nombre, porque era muy linda, juvenil, fresca, vestida siempre a la moda, con sus zapatillas multicolor, jeans ajustados y blusas anchas, adornando su ondulada cabellera con una bincha amarilla.

LINDA: ¿Ese es el nuevo disco del cieguito?

ROMINA: Así es… ¡¡¡A mí me encanta como canta!!!

LINDA: Me gustaría comprarlo… pero, no tengo dinero…-,

Es cuando, tú reaccionaste como buena samaritana y le entregaste tu copia del disco de José Feliciano. Ella reaccionó avergonzada.

LINDA: No, señora, no debo aceptarlo… es su disco.

ROMINA: No te preocupes… hay otras copias por ahí. Tómalo.

LINDA: No puedo. Más bien, me conformaría con sacar una copia…

ROMINA: Entonces, mejor aún, porque mi marido te puede hacer una copia en cassette, ¿Verdad, mi amor?

No podía resistirme a tu petición. De pronto, tú buscaste hacer conversación a Linda.

ROMINA: Oye, eres muy jovencita, ¿Cuántos años tienes?

LINDA: Tengo 16 años. Este año, ingreso al último año de la Secundaria.

ROMINA: ¿Y qué has pensado estudiar?

LINDA:  Creo que voy a estudiar Biología Marina… pero, la verdad, no lo sé… porque también, quiero estudiar Zootecnia. Me gustan mucho los animales.

En ese momento, Julia Andrea te interrumpió porque quería tomarse un helado. Pero, hubo alguna empatía entre Linda y tú, por eso, le pediste su número telefónico y ella te lo dio.

No recuerdo bien que compramos después. Pero, recuerdo que a partir de ese momento, ese disco de José Feliciano se convirtió en uno de los más escuchados… aunque nuestra hijita le parecía muy aburrido y prefería escuchar a su “Abejita Maya”… ¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!! Y escuchaba el disco todos los días, tanto que nos aprendimos el estribillo de la canción: 

“Maya, Maya/ es nuestra amiga la abejita que busca en todas las flores/ sacar la miel de la verdad.”

Y también escuchábamos el disco de José Feliciano, en especial, “Para Decir Adiós,” que era nuestra canción preferida de las del Lp. Nos envolvía la sutileza de la interpretación, aunque pensaba que la letra no era nada romántica y hasta “tonta”… ¿Será que era posible que el amor acaba? Siempre pensé que el amor pudiera ser eterno, así fue como me enseñaron nuestros padres desde antes de casarnos. Por eso, no pude aceptar la letra de la canción… hasta ahora.

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Ahora, en este momento, cuando conocimos a Kate. Ella era la novia de Carlos, un compañero del trabajo. Carlos y yo trabajábamos en una empresa de Computadores. Se suponía que la empresa iba a revolucionar con el Computador Personal, en una época, cuando todavía se utilizaban grandes máquinas de información. ¿Un computador personal? En ese momento, eso era tema para una novela de Ciencia Ficción.

Carlos y yo obtuvimos gran empatía, tanto así que, un buen día, yo lo invité a almorzar y de paso, presentarnos a su esposa. Pero, a nuestra hijita no le gustaba, siempre le decía: 

“¡¡¡Bruja!!! ¡¡¡Bruja!!!” 

Nosotros no entendimos su reacción y la retamos varias veces.

ROMINA: ¡¡¡Julia Andrea!!! ¿Qué es esa falta de respeto con la visita? ¡¡¡Vaya a pedirle disculpas!!!

KATE: No, por favor, está bien. Es tan chiquita. Recién me conoce.

ROMINA: Uf, qué vergüenza contigo, Kate, por lo general, nuestra hija no es así… ¡¡¡Es que la pobre es tan consentida!!!

KATE: Déjalo así, ¿Romina, verdad? Así son los niños.

Y el almuerzo prosiguió. Pero, después que se fue la visita, tuvimos una fuerte conversación con nuestra hija, y le pregunté porque le dijo “bruja” a la esposa de mi amigo.

JULIA ANDREA: ¡¡¡Esa tipa no me gusta!!! ¡¡¡No me gusta!!! ¡¡¡Es una bruja!!!

ROMINA: ¡¡¡Tienes que respetar a los mayores!!! ¡¡¡Esos no son los modales que tu padre y yo te inculcamos!!! ¡¡¡En castigo, pues, no verás televisión, ni mucho menos el programa de “La Abeja Maya”!!!

JULIA ANDREA: ¡¡¡No, no!!! ¡¡¡Es mi programa favorito!!!

ROMINA: ¡¡¡Eso es para que aprendas que a los mayores, se le respeta!!!

Entonces, Julia Andrea se puso berrinchuda y escondió su cabeza sobre su almohada. Y nos retiramos, tirando la puerta fuertemente… ¡¡¡Slam!!! Pero, tú estabas muy preocupada.

ROMINA: ¿No crees que hemos sido muy duros con nuestra hijita?

MIKE: Eso te pasa por engreírla demasiado.

ROMINA: ¿Engreírla? ¡¡¡Por favor!!! ¡¡¡Si tú eres él que siempre la complace con todos sus caprichos!!!

MIKE: ¿Qué yo soy el culpable? ¡¡¡Por favor!!! ¡¡¡Yo sé muy bien que cuando se porta mal, al final, la premias comprándole un helado ó una golosina!!!

ROMINA: ¡¡¡Cuando la reprobaron en Matemáticas y yo la castigué, pero, tú te burlaste de mí y la llevaste al cine!!!

MIKE: ¡¡¡No voy a discutir contigo!!! ¡¡¡Permiso, me voy a ver televisión!!!

Entonces, me fui a la sala familiar, encendí el televisor y me puse a ver las noticias. Pero, a los pocos minutos, llegaste a la sala, me abrazaste y me diste un beso en la boca.

ROMINA: Creo que fuimos demasiado consentidores con nuestra única hija, ¿Verdad?

MIKE: No sé que le habrá pasado a nuestra hija. Ella no es así con la visita.

ROMINA: Es una niña. Ya se le pasará.

Entonces, nos abrazamos y nos besamos, y  tú me preguntaste.

ROMINA: Oye, mi amor, ¿Qué te parece si salimos esta noche? Hace tiempo que no salimos juntos.

MIKE: ¿Y la niña?

ROMINA: No te preocupes. ¿Te acuerdas de Linda, la chica que conocimos en la tienda de discos?

MIKE: Pues, si, ¿Qué hay con ella?

ROMINA: Quizás, la podemos llamar a ver si acepta ser la niñera de nuestra hija.

MIKE: ¿Estás segura? Esa chica es una perfecta desconocida.

ROMINA: Pero, me parece buena chica. Además, que necesita el trabajo.

MIKE: No lo sé. No creo que sea ético traer una extraña a la casa.

ROMINA: Vamos, mi amor. No va a pasar nada. Confía en mí.

MIKE: Está bien.

No sé como hacías para convencerme pero, lo lograste. Entonces, llamaste a Linda y de inmediato, aceptó el trabajo.

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Entonces, llegó la noche del Viernes, nos preparamos para salir al cine, y mientras que tú te maquillabas, pues, yo le abría la puerta a Linda, la nueva niñera.

LINDA: Hola, señor… ejem… Mike… ¿Cómo está? Vengo por el trabajo de niñera.

Linda estaba, como su nombre, muy linda. Ella vestía muy a la moda de la época, vestía una bincha alrededor de su cabello y una chompa gruesa, con un hombro caído, jeans ajustados y zapatos de color rojo.

MIKE: Oh, claro que si… Linda, ¿Verdad? Pues, pasa… pasa…

Linda ingresó a la casa.

LINDA: No sé como agradecerles todo esto que hacen por mí. La verdad, necesito el trabajo para pagarme mis estudios.

MIKE: Por supuesto, muchacha. No faltaba más. A propósito, ¿Qué estás escuchando?

LINDA: Una canción de Eurytmics… “Sweet Dreams are made of this”… está en plena moda… ¿Quiere escuchar?

Entonces, ella me coloca su auriculares en mis oídos y escuché una pegajosa canción pop, cantada en Inglés.

LINDA: ¿Qué tal está la canción, ah? ¡¡¡Es genial, es mi grupo favorito!!!

MIKE: Pues, si pudiera entender lo que dicen… jejejejeje… está en Inglés…

LINDA: Es que no se necesita hablar Inglés para entender su música… solo hay que sentir el ritmo y la melodía… y la melodía es buena… escuche la introducción de sintetizadores… uf… ¡¡¡Es genial!!!

MIKE: Pues, si, la música está muy… ejem… interesante…

LINDA: A propósito, Don Mike, todavía está pendiente la copia del disco…

MIKE: Si, por supuesto, no te preocupes, qué estoy trabajando en ello.

LINDA: Gracias, señor Mike.

Entonces, ella me sonrió y guiñó el ojo. Sentí una extraña sensación apenas ella me guiñó el ojo. De pronto, desvié la mirada hacia un libro que ella llevaba escondida con su cartera.

MIKE: Veo que te gusta leer… ¿Qué libro es?

LINDA: Oh, ¿Este libro? Pues, es un libro que estoy leyendo en la actualidad… “Relato de un Naúfrago” de Gabriel García Márquez.

MIKE: ¿Te gustan los libros de García Márquez?

LINDA: Así es. Es mi escritor favorito.

MIKE: Eres una chica interesante… escuchas música en Inglés... lees a García Márquez y piensas estudiar Biología Marina…

LINDA: Gracias, señor Mike.

Ella volvió a sonreir y me guiñó el ojo, y yo, suspiré.

En ese momento, tú, Romina, bajaste de las escaleras. Estabas hermosa, como la primera vez que nos conocimos, ¿Te acuerdas? Nos despedimos de Linda y de nuestra hija, y nos subimos al auto para dirigirnos al Cine.

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Esa noche, teníamos problemas con ver esa película… si ver “Rambo, furia sangrienta”, ó quizás, la simpática comedia “Tootsie,” y era en esa indecisión que nos encontramos, nuevamente, con Carlos y Kate. Al final, aceptamos ir juntos al Cine… y terminamos viendo “Rambo, furia sangrienta”, una película de acción. 

A Carlos y a mí nos encantó la película... llena de acción… pero, Kate y tú, no le gustó mucho ver tanta destrucción y maldad. Bueno, entre gustos y colores, no hay nada escrito. Pero, al final, los cuatro disfrutamos de un momento agradable.

Al llegar a la casa, descubrimos que Linda le leía los libros de García Márquez a la pequeña Julia Andrea. Al principio, nuestra pequeña no estaba muy contenta con el libro (“¡¡¡No tenía dibujos!!!”) pero, después, a medida que Linda le iba leyendo… ahora pide que le siga leyendo más. A nosotros nos sorprendió que Julia Andrea le haya gustado ese tipo de literatura, pero, quizás, era mérito de Linda en inculcarle el gusto a ese tipo de lecturas. Pero, también, Linda y Julia Andrea escuchaban música “pop” del grupo Eurythmics: 

“Sweet dreams are made of these/ Who am I to disagree/ I travel the World and the seven seas/ Everybody’s looping for something.” (Autor e intérprete: Eurythimcs)

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Al día siguiente, después de trabajar, decidí pasar por el Centro Comercial y entré a la tienda de discos "Discos Bambuco". Miraba por los anaqueles en busca por novedades musicales mientras veía que Yajaira, la vendedora, atendía a unos clientes. De pronto, se escuchó una sensual balada.

"Si tú no estás junto a mí/ No puedo cantar no soy feliz/ Y poco a poco, me vuelvo loco/ Loco de amor."

Y le pregunté a la vendedora de la tienda, quién cantaba esa canción.

YAJAIRA: ¿Esa canción? Pues, ese es el grupo "Menudo" de Puerto Rico, está en plena moda en ese tiempo. Se ha vendido mucho.

MIKE: Pues, la canción no está mal...

YAJAIRA: ¡¡¡Gran elección, a su hija le va a encantar!!!

Entonces, Yajairo y yo nos dirigimos a la caja para pagar por el disco. De pronto, miré un afiche de un cantante llamado Cheo Feliciano… ¿El es Cheo Feliciano? Pero, a diferencia del “Feliciano” que conozco, este señor era moreno y aspecto mayor… ¡¡¡No sé parecía nada al intérprete de “Para Decir Adiós”!!! 

“¡¡¡Cheo Feliciano es uno de los grandes soneros de la Fania!!!” 

Yajaira volvió a explicarme que se trata del disco más reciente de un gran salsero puertorriqueño… y después me mostró otros discos suyos.

De pronto, en ese mismo instante, ingresa Kate, exhibiendo un vestido gris ajustado, de una pieza, con escote y minifalda, logrando exhibir su esbelta figura. Ella ingresaba a la tienda meneando los hombros y las caderas mientras el viento revoloteaba su larga cabellera castaña… uf… qué linda estaba.

KATE: Hola, Yajaira, ¿Pudisme conseguirme esos discos?

YAJAIRA: No he podido, Kate. Es que están muy escasos.

En ese momento, las interrumpo para hablar con Kate… ¡¡¡Ejem!!!... y la saludé con voz entrecortada: “Hola, Kate.”

KATE: Oh, Mike, no me había dado cuenta que estabas aquí… Hola, guapo, ¡¡¡Qué bueno encontrarte aquí!!! Pero, dime, ¿Qué estás haciendo aquí?

MIKE: Solo pasaba por aquí… jejejeje… disculpa la molestia, ¿De qué discos estás hablando?

KATE: De los discos “Sentimiento tú” y “Estampas” de Cheo Feliciano… los estoy buscando… ¡¡¡Y nada!!! ¡¡¡Y mi única esperanza era Yajaira!!!

YAJAIRA: Pues, sinceramente, he buscado por todo sitio… aunque me han dado un dato en el Centro, en la calle 19, están las "casetas" (kioskos) de música, hay un señor que importa Salsa directamente desde Puerto Rico, quizás, puedas conseguirlo… aunque el señor no es nada barato…

KATE: ¡¡¡No importa, pagaré lo que sea con tal de comprar esos discos!!!

MIKE: Vaya, Kate, no sabía que fueras tan apasionada a la música.

KATE: Es que soy fanática de la Salsa y Cheo Feliciano es mi cantante favorito… ¿Has escuchado a Cheo Feliciano?

MIKE: Pues, conozco a José Feliciano…

KATE: Si, claro. Mucha gente lo confunde. Pero, Cheo Feliciano es un importante sonero y también es de Puerto Rico. ¿Has escuchado “El Ratón”, “Anacaona”, “Amada Mía”? Por favor, Yajaira, ponle un disco de Cheo para que escuche.

En ese momento, Yajaira saca el disco de su funda y comienza a tocarlo en el tocadiscos… se escucha la salsa Trizas” de su disco “Profundo.”

MIKE: Sinceramente, primera vez que escucho esa música, pero, me gusta… me gusta mucho…

KATE: ¡¡¡Es que soy fanática de la Salsa, la llevo en mis venas!!! ¡¡¡Como me gustaría salir a bailar Salsa, pero, es que mi marido es muy apático, a él no le gusta esa música, por eso, no tengo con quién salir a bailar!!!

MIKE: Si, debe ser un problema…

De pronto, Kate comenzaba a bailar sola, meneando los hombros y la cintura sensualmente, al compás de la alegre melodía, y yo, con unas ganas enormes de sacarla a bailar. Es cuando Yajaira nos invitó a su recital, este Viernes, en una importante discoteca de la ciudad, y así, sin vacilar, aceptamos su invitación. Pero, la imagen de Kate bailando salsa quedó prendida en mi mente. 

Regresé a casa, llevando el disco de "Menudo"... Julia Andrea se emocionó con el disco... "¡¡¡Es el grupo de moda, gracias papito!!!" Y la pequeña me llenó de besos y abrazos... y todo el día escuchábamos todo el bendito disco.

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¿Te acuerdas, Romina? Esa noche, Kate y Carlos, tú y yo, salimos a una discoteca prestigiosa donde tocaban música tropical y Salsa. Mientras, volvimos a dejar a la pequeña Julia Andrea con Linda la niñera.

El lugar era pequeño pero, acogedor. No había mucha iluminación, el salón estaba lleno de mesas y estaba oscuro, y solo lo alumbraban las luces del escenario y las lamparitas de cada mesita redonda. No servían comida. Solo servían aguardiente, cerveza, whiskey y gaseosas. Pedí una gaseosa… tenía que manejar. Pero, Carlos, Kate y tú pidieron una cerveza…. ¡¡¡Salud!!! ¡¡¡Brindamos por pasar un buen rato!!!

En el centro, había una tarima con micrófonos y algunos instrumentos apoyados en algunos asientos. En ese momento, hacía su entrada Yajaira, la vendedora de la tienda de discos, para su presentación. Kate, tú y yo estábamos emocionados y sorprendidos al verla. Pero, noté a Carlos algo fastidiado con su presencia, y por eso, se retiró de la mesa… dijo que tenía que ir al baño. Kate lucía angustiada, y yo, me compadecí de ella, ¿Qué le estaba pasando?

De pronto, Yajaira comenzó a interpretar, acompañada de solo un guitarrista, su repertorio de baladas románticas. Comenzó a cantar "Ahora", una sensual popularizada por Paloma San Basilio. 

"La noche crece y yo no duermo, maldito tú que me desvelas, maldito amor, maldito invierno; pensando en tí las horas vuelan. Ya lo he intentado todo para verte, para tenerte detenido el tiempo y ahora que te necesito yo te pierdo."

Por debajo de la mesa, sentí que Kate acariciaba suavemente mi rodilla pero, yo, avergonzado, te abracé fuertemente. Y tí te extraño mi abrazo, pero, solo quería manifestar mi amor a través de la canción. 

"Ahora, aaaahora, aaaaaahora, porque desde aquella noche no he sentido, ni he vivido sin tu amor, y no importa lo que pase sin tu amor, y aunque me encontrase un angel y olvide no me harás volar tan alto como él."

Pero, Kate no dió por vencida y volvía a acariciarme, por debajo de mi mesa, y es cuando en un acto impulsivo me levanté de la mesa y aplaudí efusivamente... ¡¡¡Bravo!!! ¡¡¡Bravo!!! ¡¡¡Muy buena canción!!! Todos la aplaudieron efusivamente a la bella cantante. Yajaira se despidió, tomando un pequeño receso y es cuando, el DJ de la discoteca programara la música. 

El DJ programó las canciones de moda...y yo saqué a bailar a Romina. Kate se sentó en su asiento, esperando por Carlos que no estaba presente.

“Con esa carita tan linda/ con esa boquita preciosa/ lástima que seas vanidosa/ tan vanidosa, pero tan vanidosa.”("Vanidosa", interprete Grupo Clase)

“Mami, el negro está rabioso quiere bailar conmigo ven dícelo a mi papa/.../Mama que será lo que quiere el negro." ("El Africano", autor e intérprete: Calixto Ochoa) 

El público le pedía Salsa... y el DJ programó un poco de Salsa... literalmente...

"Everybody Salsa... Everybody Salsa... Everybody Salsa... Salsa... ey... ¡¡¡Salsa!!!" ("Everybody Salsa", interprete Modern Romance)

La orquesta puso a bailar a todos los presentes, incluyendo, tú y yo, que se movían frenéticos durante la pista de baile, mientras levantaban la mano del júbilo y la alegría. Kate tenía ganas de bailar… pero, Carlos no estaba cerca. Y es cuando tocó esa canción: 

“Que me habrá dado esa chica que me tiene arrebatao/…/ Qué tu me tienes temblando de noche y de día... ¡¡¡Tu me hiciste brujería!!!” ("Brujería", intérprete: El Gran Combo)

En ese momento, Kate se levantó de su asiento y buscaba a Carlos, su marido, pero, él no se encontraba. 

ROMINA: ¿Qué pasa, Kate?

KATE: ¡¡¡Es mi canción favorita, pero, Carlos no está aquí para bailarla!!!

Entonces, yo, como buen samaritano, entonces, me ofrecí a bailar con Kate… solo bailaba con Kate… te lo juro, Romina… solo un baile… ella no tenía que bailar y por eso, acepté su invitación. Eso es todo. Te lo juro. Pero, hubo algo en ese baile que cambió mi vida para siempre. Y ambos bailamos muy pegaditos. Ella me guiñó el ojo. Yo suspiré profundamente por ella.

Y de pronto, colocaron una canción de Cheo Feliciano… un bolero llamado “Amiga”: 

“Amiga, hoy quiero cantar/ decir te quiero/ con un beso inmenso, que es sincero…”

 Y de pronto, juntamos nuestros cuerpos, sensualmente, sin importar lo que estaba a nuestro alrededor… solo nos importaba los dos… perdóname, la sinceridad, pero, a partir de aquel baile, todo cambió para mí.

Y es que a partir de esa noche, pues, no he podido dejar de pensar en Kate y su sensual y cadencioso baile… qué sensualidad… que gracia… en ese momento, no me importó que fuera pareja de un amigo mío… solo sentí una impertérrita reacción por querer sentirla, abrazarla… no sé que me pasó esa vez… pero, de algún modo, sentí un embrujo inexplicable al verla, como si aquella hermosa mujer me hubiera hechizado.

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¿Te acuerdas Romina? Aquel fin de semana, tú yo, junto con la pequeña Julia Andrea y Linda, la niñera, realizamos nuestro paseo familiar en el campo... nuestro paseo de "olla", mientras manejaba con dirección a los diferentes pueblitos en las afueras de la ciudad.... ¡¡¡Qué tranquilidad!!! ¡¡¡Aire puro!!! ¡¡¡Lejos del bullicio y el stress de la gran ciudad!!! Durante el trayecto, pudimos contemplar las montañas llenas de vegetación y las "fincas", donde los campesinos araban el campo mientras que las vacas pastaban. 

Mientras manejaba, pusimos música en el toca-cassette del auto. Nuestra banda sonora del paseo comprendían las baladas de José Feliciano y Paloma San Basilio, pero, la pequeña Julia Andrea se aburría con la música y pidió algo más alegre... entonces, pusimos un cassette con música que trajo Linda... a Julia Andrea le encantó...

"She's a maniac, maniac on the floor (I sure know)/ And she's dancing like she's never dance before/ She's a maniac, maniac on the floor (I sure know)/ And she's dancing like she's never dance before."

En ese momento, la pequeña Julia Andrea exclamó diciendo que tenía hambre. Entonces, decidimos estacionar el auto cerca de uno de esos asaderos por la carretera. 

El lugar era muy rústico, apenas tenía techo de paja, un fogón para cocinar a la parrilla, asientos y mesas de madera. Nos atendía un señor muy amable. Pedimos todos carne, con papa salada, y mazorcas "asadas" para acompañar... y unas "arepas con queso"... la especialidad del lugar. 

En ese momento, tú miraste el paisaje y me pediste tomar una foto. Romina y el paisaje campestre... ¡¡¡Qué maravillosa escena!!! Estabas tan linda, con tu mirada risueña y fresca, tus ojitos soñadores mientras que el viento revoloteaba tu linda cabellera.... ¡¡¡Click!!!!

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En ese momento, llegaron Kate y Carlos, en su auto un "Renault 12". Me puse nervioso al ver a Kate y te abracé fuertemente. Kate me miró de reojo y a espaldas tuyas, me guiñó el ojo. Kate volvió a portarse rebelde con Kate pero, tú y yo volvimos a llamarle la atención. 

Entonces, aprovechamos una ida al baño, Kate me siguió para seducirme... trataba de controlarme pero, no podía resistirme a los encantos de esa mujer... cuando en ese momento, apareció Linda y yo me aparté bruscamente de la presencia de Kate.

MIKE: ¿Linda? ¿Qué estás haciendo aquí? 
LINDA: Ejem... estoy buscando el baño... 
KATE: ¡¡¡Ejem!!! Yo voy para allá... si quieres me acompañas...

¿Será que Linda vió la escena entre Kate y yo? Nunca lo supimos pero, trataba de controlar. Entonces, después de almorzar en el asadero, nos subimos al auto mientras que Kate y Romina acordaron acompañarnos por el resto del paradero. 

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Y seguimos escuchando nuestra banda sonora, esta vez, escuchamos una canción de Yuri, de un cassette que tenías... ¿Te acuerdas, Romina? Era una canción alegre y pegajosa, que incitaba a que la cantábamos todos, incluyendo Linda y Julia Andrea, a coro...

"Se que tu y yo discutimos/ Mas te amo, te amo/ Yo solo te amo/ Tomame, Dejame, Comprame, Vendeme, Atame, Sueltame, Quiereme, Olvidame."

Y mientras manejaba, ustedes contemplábamos el verdoso paisaje... las montañas llena de vegetación... las quebradas... las casas rústicas de adobe... los campesinos arando la tierra... las vacas pastando... la gente cabalgando.

Finalmente, llegamos a Sopó, un pueblo donde se encontraba la fábrica de lacteos "Alpina." Allí, decidimos comer el postre... y pedimos yogurt de frutas... ¡¡¡Y como se lo saboreaba nuestra pequeña Julia Andrea, el Yogurt de Mora, su favorito!!! Y a tí, Romina, te gustaba el helado de Melocotón. Linda prefería el "kumis", un producto lácteo, similar al yogurt. Carlos y Kate nos acompañaron pero, yo no despejaba los ojos de tí, Romina, y de la pequeña Julia Andrea. Después, compramos el mercado de la semana... leche pasteurizada... quesos... kumis y yogurt con sabores surtidos y emprendimos el viaje de regreso a Bogotá... ¡¡¡De vuelta al bullicio y al stress!!! Pero, compartimos un bello momento juntas, Romina, en compañía de nuestra pequeña hijita. Eramos felices. 

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Pero, varios días después, nuestra felicidad cambió para siempre. Sucedió en una tarde lluviosa, saliendo de la oficina para ir a almorzar, abrí mi paraguas, y me encontré con Kate, luciendo muy triste… snif… snif… y yo le extendí mi paraguas y me senté a su lado para consolarla.

MIKE: ¿Qué te pasa, chiquita? ¿Por qué estás tan triste?

KATE: ¡¡¡Snif!!! Ese canalla… ¡¡¡Como me pudo hacerme esto!!!

MIKE: ¿Perdón? ¿De qué estás hablando?

KATE: Snif… no quiero ni mencionar su nombre… descubrí que el muy canalla me engaña con… snif… ¡¡¡No puedo creerlo!!!

MIKE:  ¡¡¡No puede ser!!! ¡¡¡Carlos te está siendo infiel!!!

KATE: Y no te imaginas… el muy canalla lo tenía muy escondido… ¡¡¡Pero, ya me las va a pagar!!!

En ese momento, la contuve y sostuve su mano, y le dije que no haga nada de lo que después pueda arrepentirse… en ese momento, ella me miró a los ojos y yo, me enternecí con su mirada y acaricié suavemente su hermoso rostro, y le dije: 

“Eres muy bonita, Kate. No sufras mucho.” 

Y, entonces, juntamos nuestros labios y nos besamos con desmedida pasión y sentimiento.  Y nos fuimos a un cuarto de Hotel para juntar nuestros cuerpos y hacer salvajemente el amor. Ya nada nos importaba. Así, Kate y yo comenzamos a tener un romance juntos y nos encontramos todas las noches, en el mismo cuarto de Hotel, para poder reiniciar nuestra noche de amor. Y perdí noción del tiempo… ya no me importaba lo que estaba pasando a mi alrededor… 

"Toda la noche oliendo a ti/ mordiendo la almohada oliendo a ti/ sintiendo tu boca recorrer mi cuerpo/ oliendo a ti."

Hasta pensamos seriamente terminar nuestras relaciones y reiniciar una nueva vida juntos... y asi lo teníamos decidido, pero…

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Pero, varios días después, saliendo del viejo Hotel, de pronto, me encontré con Linda, la niñera. Ella estaba muy triste.

MIKE: ¿Linda? ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan triste?

LINDA: ¡¡¡Snif!!! ¿No lo sabe? ¡¡¡La señora Romina me despidió!!!

MIKE: ¿Romina te despidió? ¿Por qué razón?

LINDA: No lo sé… solo dijo que no necesitaba más mis servicios…

MIKE: ¡¡¡No puede ser!!! ¡¡¡Ella ya me va a escuchar!!! ¡¡¡Yo voy a hablar con ella!!! ¡¡¡Has sido una excelente niñera para mi hija, esto merece una explicación!!!

LINDA: Gracias, señor Mike.

De pronto, Linda y yo nos miramos fijamente a los ojos. Ella me sonrió con ternura y yo, con ganas de acariciar su hermoso rostro, pero, solo preferí mirarla con ternura.

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Entonces, fue como decidí llegar a casa y hablar seriamente contigo, Romina…

MIKE: Oye, Romina, ¿Por qué despediste a Linda?

ROMINA: ¿Dónde estabas? ¿Cómo te enteraste?

MIKE: Me encontré con ella… pero, ¿Cómo pudiste hacerlo?

ROMINA: Tuve que hacerlo… tuve que despedir a Linda…

MIKE: Pero, ¿Por qué?

ROMINA: ¡¡¡Me lo pidieron en la escuela de Julia Andrea!!!

MIKE: ¿Te lo pidieron en la escuela? No entiendo…

ROMINA: Me llamaron los profesores de Julia Andrea y dijeron que Linda es una mala influencia…

MIKE: ¿Por qué? ¿Por qué escucha música en Inglés? Pero, yo no le veo nada malo con eso…

ROMINA: No es eso. De pronto, ella comenzó a ponerse rebelde con los profesores, escuchar música agresiva, y creen que es porque se deja influenciar por Linda.

MIKE: Pero, tú sabes que Linda es una buena chica… mi hija la quiere mucho…

ROMINA: Si, claro, y no te imaginas lo mucho que ha afectado la ausencia de Linda.

MIKE: Yo creo que deberías reconsiderar en tu decisión, Romina. Creo que estás exagerando.

+++

En ese momento, tocamos la puerta del cuarto de Julia Andrea… ¡¡¡Toc!!! ¡¡¡Toc!!! Entonces, la amenazamos que no volvería a ver TV sino abría la puerta. Y no tuvo más remedio que abrir la puerta. 

JULIA ANDREA: ¿Por qué? ¿Por qué ella tenía que irse?

MIKE: ¿La extrañas mucho, verdad?

JULIA ANDREA: Eramos muy amigas… la quiero mucho… hablábamos mucho…

MIKE: ¿Se contaban todo? ¿Y de qué hablaban?

JULIA ANDREA: Nada… importante…

ROMINA: Somos tus padres, Julia Andrea, necesitamos saber que es lo que hablabas con ella…

JULIA ANDREA: ¡¡¡No, ustedes se van a enojar conmigo!!!

MIKE: ¡¡¡Te prometo que no vamos a enojar contigo!!!

JULIA ANDREA: Es que… ¡¡¡Yo la extraño!!! ¡¡¡Snif!!!

Ella se reconfortó en tus hombros, Romina, y se puso a llorar, extrañando. Y yo, me enternecí con esa escena, una lágrima salió de mi mejilla. Entonces, comprendí todo lo que me estoy perdiendo por esa absurda obsesión, y por eso,  es que decidí dar por terminada aquella absurda obsesión. Mientras, Romina lo reconsideró y decidió volver a contratar a Linda como niñera. Nuestra pequeña estaba feliz.

+++

De esta manera, al día siguiente, durante un descanso en la Oficina, Carlos se me acercó a hablar.

CARLOS: ¡¡¡Snif!!! Necesito hablar contigo…

MIKE: ¿Eh? ¡¡¡Ejem!!! ¿Qué es lo que quieres hablarme?

CARLOS: Sobre mi esposa… Kate.

En ese momento, me quedé petrificado. Pensé que se había enterado de mi romance con su mujer.

MIKE: Ejem… no es lo que estás pensando… tienes que escucharla…

CARLOS: Si, lo sé. Y por eso, quiero pedirte un favor…

MIKE: ¿Qué clase de favor?

CARLOS: Quiero que hables con ella y le digas que he pensado toda la noche en ella y quiero volver a su lado…

MIKE: ¿Perdón?

CARLOS: Así es. Me porté como un canalla con ella y quiero volver… no sé que me pasó, me dejé llevar por la pasión, un cuerpo bonito, una exuberante mujer, pero, al final, solo era una absurda ilusión y por eso, te pido, por favor, que me ayudes a reconquistarla.

En ese momento, me sensibilicé con su mirada de tristeza y decidí darle su apoyo. Es por eso que más que nada, debí haber terminado de una vez con esa relación con Kate. No tenía ningún sentido estar con ella, sabiendo que ella pertenece a otro hombre.

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Así, pues, esa noche, llego al apartamento donde me estaba esperando Kate. Ella me miró muy sensual y coqueta y me guiñó el ojo, y sin titubear, me comenzó a seducirme y llenarme de besos. 

Yo no podía resistirme a los besos de esa hermosa mujer, pero, de pronto, reaccioné... Y pensé en Carlos, su esposo, y por supuesto, en ti, Romina, mi esposa. Y la aparté de mi presencia.

MIKE: Espera un momento… por favor… tengo que algo que decirte…

KATE: ¿Qué te pasa, ah? ¿Ya no te gustan mis besos?

Ella me volvió a guiñar el ojo y me hizo un gesto coqueto.

MIKE: No es eso… ejem… eres una mujer hermosa, cualquier hombre caería a tus encantos, pero…

KATE: Pero, ¿Qué es lo que quieres decirme?

MIKE: Es necesario que tú y yo demos por terminada nuestra relación…

Ella se quedó de piedra, sorprendida, no pensó nunca que le iba a decir eso.

MIKE: Lo he pensado y creo que ha sido una tontería que estemos juntos… yo soy un hombre casado y amo a mi mujer.. lo siento mucho, peor, lo nuestro… ya no puede ser… lo siento.

KATE: ¿Cómo es que cambiaste de parecer tan de repente?

MIKE: Es que comprendí que sigo amando a mi mujer… además, hablé con Carlos… el te ama y quiere estar contigo…

KATE: ¡¡¡Ese canalla!!! ¡¡¡Pues, yo no quiero saber nada de él!!!

MIKE: Es tu marido…

KATE: ¡¡¡Ese canalla me engañó con la que creía era mi mejor amiga!!! ¡¡¡Nunca se lo voy a perdonar!!!

MIKE: Dale una oportunidad, por favor, él te quiere…

KATE: ¡¡¡Pero, yo te quiero a ti!!!

Entonces, Kate me abrazó con todas sus fuerzas y me llenó de besos en todo mi cuerpo, pero, yo trataba de rehusarme.

MIKE: ¡¡¡No, no, Kate!!! ¡¡¡Esto no puede ser!!! ¡¡¡Es hora de dar por terminada nuestra relación!!! ¡¡¡Lo siento!!! ¡¡¡Pero, llegó el momento de… ejem… decir adiós!!!

KATE: No, Mike, quiero estar contigo… yo te quiero…

MIKE: Pero, yo no te quiero… lo siento… pero, llego la hora de decir… adiós…  eres una hermosa mujer, seguro encontrarás a otro hombre que te corresponda… pero, al menos, ¿Podemos ser amigos?

KATE: ¡¡¡Pues, no me interesa nada de ti!!! ¡¡¡Todos los hombres son  iguales!!! ¡¡¡Vete y lárgate de mi vida para siempre!!!

Entonces, ella me lanzó tremenda bofetada dejando la cara marcada… ¡¡¡¡¡PPPUUUUUAAAAFFFFF!!!!!!! Me abrió la puerta y me invitó a salir de su vida… y yo, solo me quedó más remedio que agradecerle por todas estas noches que pasamos juntos. Ella no dijo nada y me dijo que me fuera de su vida… y tiró la puerta fuertemente… ¡¡¡Slam!!!

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Así, pues, llegando a casa, te di un beso en la boca, pidiéndote perdón por todo lo sucedido (y tú sin saber lo que estaba pasando), diciéndote que de ahora en adelante, seré el hombre más fiel. En cuánto a Kate, pues, días después, me enteré que ella volvió con Carlos, pero, él renunció al trabajo y juntos se fueron a vivir a Estados Unidos para reiniciar una nueva vida.

Así, pues, mi vida continúo a tu lado, Romina, junto con nuestra preciosa Julia Andrea que cada día, crecía y se ponía más bonita. Pero, un día, te me acercaste a hablar…

ROMINA: Mike, mi amor, necesitamos hablar…

MIKE: ¿De qué quieres hablar conmigo, mi amor?

ROMINA: No sé como decirte esto… quiero que sepas que cuando me casé contigo, me casé muy enamorada, tenemos una hija preciosa, que es nuestra adoración, pero…

MIKE: Pero, ¿Qué es lo que está pasando?

ROMINA: Yo… yo… ejem… tú sabes que todo lo que empieza, al final, tiene su final… y bueno, lo mismo sucede con el amor…

MIKE: No entiendo nada…

ROMINA: Oye Mike, has sido un gran padre, un esposo, un buen hombre… pero, como todo, nada es para siempre y el amor se va acabando… por eso… uf… quiero decirte… uf… esto es difícil… pero, yo… yo… ejem… quiero que terminemos.

Me quedé sorprendido por su petición. Y le pregunté si tenía otra ilusión en su vida.

ROMINA: No sé trata de eso. Solo quiero decirte… adiós.

“Adiós”, que palabra tan difícil decirla, después de tantos años juntos… en ese momento, nunca supe como reacccionar… ¡¡¡Mi esposa me ha pedido terminar nuestra relación!!! ¿Se habrá enterado de lo mío con Kate? ¿Tiene un romance con otra persona? ¡¡¡Estaba confundido!!! De todos modos, yo quise sincerarme y contarle lo de Kate.

ROMINA: Lo sé… siempre lo supe…

MIKE: Pero, ¿Cómo lo sabías?

ROMINA: Una mujer se da cuenta de todo… ¡¡¡Qué ilusos son ustedes los hombres!!!

MIKE: Pero, entre ella y yo, ya no hay nada… ¡¡¡Te lo juro!!!

ROMINA: Si, lo sé. Pero, yo ya no quiero estar contigo… lo siento. Pasé momentos agradables a tu lado, pero, yo, ya no quiero estar contigo.

MIKE: Mi amor… esa mujer ya no significa nada para mí… ella y yo… ejem… terminamos…

ROMINA: Si, pero, eso ya no cambia las cosas.

MIKE: Romina… mi amor… te amo… sin ti la vida no tiene sentido…

Quise acercarme para acariciar sus suaves manos, pero, ella me hizo el quite con discreción.

ROMINA: ¡¡¡Epa!!! Lo siento, pero, yo ya no te quiero. No insistas, por favor.

MIKE: No, yo no quiero perderte, Romina, al menos, hazlo por nuestra hijita… es tan pequeñita aún… a ella le dolerá mucho saber que tú y yo estamos separados…

ROMINA: Lo pensé muchas veces y por eso, tomo esta decisión por nuestra pequeña hija… pero, no puedo engañarme a mí misma… y mi decisión ya está tomada… con respecto a Julia Andrea, no te preocupes… pues, pediré la custodia compartida… pero, lo que es yo, tú y yo ya no estaremos juntos. Adiós.

MIKE: Lo siento mucho, mi amor.

ROMINA: No lo sientas. Es lo mejor.

MIKE: Al menos, podemos quedar como amigos…

ROMINA: Está bien… solo seremos amigos. Pero, nada más.

Entonces, le estreché la mano. Ella me la recibió. Y estrechamos nuestras manos con firmeza, prometiendo quedar como amigos.

ROMINA: Adiós, Mike, que seas feliz.

MIKE: Adiós… Romina.

Nos dimos media vuelta y cada uno tomó su propio rumbo.

+++

Así, pues, recogí mis pertenencias y me salí de la casa. La pequeña Julia Andrea estaba triste y no quería que me fuera: 

“¡¡¡Papi!!! ¡¡¡Papi!!! ¡¡¡No te vayas!!!” 

Le di un beso en la frente a nuestra hija y le dije que nunca me iré de su vida, que podía estar tranquila, y así, a pesar de los ruegos de la pequeña Julia Andrea, yo, me fui de nuestra casa.

Pero, mi vida tenía que continuar. Seguí trabajando en la empresa de Computadores, al mismo tiempo, que visitaba a la pequeña Julia Andrea y la llevaba a pasear al parque de diversiones, al cine, ó, simplemente, a caminar y tomar helados en el Centro Comercial. Pero, casi todas las noches, asistía al bar donde cantaba Yajaira. Esta vez, ella estaba sola y decidimos platicar un poco de música y otros temas, en donde acordamos vernos más seguido… hasta que me enteré que ella fue amante de Carlos y decidí dar por terminada nuestra relación.

Pero, a pesar de todo, todavía guardo recuerdo de nuestros años juntos, nuestras alegrías, nuestras tristezas y que por un absurdo capricho, terminó nuestro amor. Y ahora nada más me queda decirte adiós, Romina, qué seas muy feliz, estés donde estés. Adiós, mi amor, adiós.

FIN